Hablar de feminicidio es algo sensible. Tener de cerca a las víctimas colaterales me ha hecho repensar el modo en que opera nuestra sociedad machista.
El machismo refleja una deshumanización hacia no- sotras. Entre más nos manifestamos en contra de esta violencia atroz, más resultan las agresiones, y esto es porque los hombres miran su masculinidad machista en- terrada. Se sienten descubiertos, y su manera de inten- tar callarnos es seguir ejerciendo violencia.
Es un tema en el que todos, como sociedad, estamos inmersos, el punto es empezar a frenar las violencias.
Hay que dejar de romantizar los celos, la posesión, el autoritarismo, la virginidad, el pensar que las mujeres nacemos solo para engendrar, la boda con el vestido blanco. Hay que romper los esquemas patriarcales para crear los nuestros, los que nos den libertad.
#NIUnaMenos