La novela histórica es, en general, de carácter realista, basándose en hechos históricos que el autor puede ficcionalizar, transformando un hecho en material literario. Esto hace Carlos Isla con su narrativa revolucionaria que se puede catalogar como novela posrevolucionaria porque los hechos narrados sólo se reconstruyen o se evocan, aunque siguen reflejando los aspectos sociales discriminatorios que dieron a la Revolución Mexicana.
Es el caso de La Valentina, la generala de las soldaderas villistas, que además de dar a conocer los orígenes del conflicto armado de principios del siglo XX en México, nos muestra a mujeres destacadas en dicha etapa histórica, como lo es la protagonista de este libro Valentina Gatica, valiente y hermosa mujer de recio carácter, que por su origen humilde es víctima de los abusos de un hacendado, dueño de tierras y hombres, como todo hacendado en la época porfiriana. Debido a esa injusta situación se unió a los villistas, destacando en muchas batallas y haciendo honor a su nombre demostró valentía en más de una vez, conquistando con ello el sobrenombre de La Valentina.
Fue considerada varias veces por el mismo Pancho Villa, pero también fue víctima de la venganza de éste, mostrando su crueldad, que muchas veces se enseñó con aquellos que contravenían sus órdenes, como sucedió con ella que tendrá un fin trágico y por demás cruel, por negarse a cometer una injusticia, sin que Villa tome en cuenta los grandes servicios que La Valentina dio a él y a la patria, la heroína muere sin vacilar, dando la vida por sus ideales de justicia y libertad.
Esta es una novela histórica que muestra la crudeza de la injusta situación social en que vivan los campesinos en las haciendas porfiristas, revelando la crueldad de la Revolución Mexicana.