El erotismo, género tan socorrido en la literatura, nos evoca al amor, porque el erotismo no sólo es sexualidad, aunque ahí tenga sus raíces, pues comienza donde la emoción sexual convirtiéndose en un fin en sí mismo. Sin embargo el erotismo va evolucionando hasta convertirse para muchos en símbolo de perversión, por ello muchos libros con un contenido erótico son condenados, censurados o mutilados, como en su momento lo fue éste. Pero la literatura erótica bien escrita será excitante y placentera, despertará los cinco sentidos del lector para percibirla, pues no es un erotismo perverso o repugnante sino con calidad, remitiéndonos al amor, a la imaginación y, siendo una actividad placentera que inventa cada vez más juegos eróticos.
Este libro es una fantasía del cuerpo, cadente y desbordante de sexualidad, con un erotismo explosivo, que lleva implícita una crítica feroz a la falsa moral de la sociedad que trata de ocultar los deseos (reprimidos) de algunos sectores de ella. No es una simple novela inspirada en el erotismo de los personajes, es un ejercicio literario donde el autor, a través de su joven seductor, nos propone una conquista más profunda y completa, lograda tanto por el juego de la intensidad sexual como por el dominio de la conciencia, tratada como categoría erótica.
Esta obra es considerada una de las primeras que exploran el tema de la seducción en la literatura mexicana bajo la visión de un escritor liberado de todo prejuicio de tradición y de toda falsa moral. Es la historia de un joven seductor, iniciado a la sexualidad a muy temprana edad, mediante juegos eróticos conducido por sus solteronas tías, ardientes de pasión y lujuria desenfrenada, así como por sus vivencias en la escuela dirigida por sacerdotes con ciertas manías que obligan a los niños a mantener contactos sexuales, bajo la amenaza de no decir nada por pena de condenarse en el infierno, casos que ahora son más sonados al descubrirse la red de pederastas existentes en la sociedad en general y en la Iglesia misma. Es un relato lleno de sensualidad, que revela la vena satánica de la pasión amorosa, que por momentos se vuelve crudo y descarnado, con personajes comunes que reflejan muchas lacras que la sociedad se niega a mirar.