En los años 60 del siglo XIX se implanta en la ciudad de México el "sistema francés" o de la tolerancia reglamentada para el control de las prostitutas. Así, de repente, el tema de la prostitución se pone de moda y los hombres de ciencia, en general médicos, pero también policías, abogados, literatos y periodistas, empiezan a reflexionar y a escribir siguiendo las pautas de sus homólogos franceses.
En nombre de la sífilis, que adquiere entonces el estatuto de "peste moderna" y que amenazaba con corroer no sólo a la "sagrada familia", sino sobre todo a la especie entera, se comienza a pedir un férreo control de las mujeres públicas, sin que las cifras "reales" confirmen la amplitud de semejante plaga. La ciudad es vista como una Nueva Babilonia, y serán las prostitutas las culpables de provocar el desenfreno y la desmoralización de la sociedad.
La prostituta servía de pretexto para predicar una nueva moral sexual y familiar, para enseñar a las mujeres decentes que su único lugar plausible en este México moderno estaba en el hogar y que su papel en la sociedad era el de madre.
Basado en una intensa investigación en los archivos y bibliotecas de México, este excelente y original estudio muestra cómo la prostitución revela las angustias y prejuicios de una época incapaz de concebir la libertad y autonomía de las mujeres.