Una mujer habla con la muerte es una larga elegía dividida en nueve partes. En ella Judy Grahn se enfrenta al poder de la muerte, no solo física, sino espiritual. Los versos surgen de su necesidad de explorar las atrocidades y la injusticia, y del dolor y el temor que produce resistirse a ellas. La autora narra, de manera directa y sin metáforas, acontecimientos de su vida combinados con hechos históricos en los que los protagonistas han sido la violencia contra las mujeres o la represión social general, y la manera en que lentamente las propias víctimas participan en la destructiva maquinaria social, a la vez que debilitan ellas mismas, en una rueda infernal, los lazos que las unen a otros seres desposeídos.