"No se ha recuperado aún al Puig dramaturgo como éste lo merece.
Se sabe que los campos de la literatura y el teatro no funcionan de la misma manera, que poseen lógicas, dinámicas e instituciones diversas; el campo literario ha dado fecundas señales de su interés por Puig, no así el teatral.
Para los teatristas argentinos, Manuel Puig sigue siendo un novelista rutilante pero, en el mejor de los casos, un dramaturgo secreto.
Puig dramaturgo no ha terminado aún su exilio.
El regreso de Puig dramaturgo contribuye a ampliar la imagen del teatro nacional, que debe incluir en su seno la producción de los creadores argentinos que trabajan fuera de la Argentina. No un teatro argentino sino teatro (s) argentino (s), más allá de las fronteras geopolíticas, e incluso en fronteras internas.
Teatro del exilio, teatro cosmopolita, teatro internacional o supranacional.
Bienvenida sea, de la mano de Manuel Puig, la formulación de otra cartografía para nuestro teatro".