La posibilidad de reunir documentos escritos y publicados por Juan José nos descubre al periodista y cronista cotidiano que fue, ese al que no le intereso nuca guardar formas ni ser cómplice del silencio, la burocracia y la hipocresía. Sus textos, directos, ofensivos, desbordante de soberbia, sesudos o desfachatados, salpicados de humor, escarnio, critica e información, descubren una época determinante de nuestro entorno teatral, con nombres y apellidos. Su voz no se extingue, porque está aquí, aunque si se extraña su objeción, su señalamiento, su opinión frente a los sucesos que buena parte de nuestra comunidad ignora, como si en realidad no sucediera nada digno de ser tomado en cuenta.