Rodolfo Obregón ha dedicado su vida a pensar el teatro y sus pasos por la geografía de nuestro mundo son del actor que recorre su escenario con la certeza del bardo que dio nombres a la tragedia humana y la conciencia de que el espacio teatral esta fuera y dentro de nosotros. Si hay vida habrá crónica, y en estos textos entran a escena la tragedia, la comedia e incluso el sabroso chisme de atrás de bambalinas que todo lector del genero espera también encontrar.