Apropiarse de la escritura no es sólo aprender el alfabeto. Es aprender a utilizarlo para construir tu propia visión del mundo, tu propia historia. Es descubrir sus infinitas posibilidades de expresión y aprovecharlas en la vida diaria, en tu relación contigo misma y con los demás. Es convertirlo en herramienta amigable y siempre al alcance; es transformarlo en una compañía en la soledad y en un oasis en medio de la multitud.
Este libro es una invitación a dejar tu propia huella en la historia, esto es, contribuir con tu manuscrito al caudal del manuscrito de los manuscritos.