Hace ya tiempo que Emmanuel Carrère ha acostumbrado a sus lectores a esperar de él lo inesperado, y en esta obra monumental, casi diríamos épica y sin duda radical, aborda nada menos que la fe y los orígenes del cristianismo. En sus páginas se entrecruzan dos tramas, dos tiempos: la propia vivencia del autor, que abraza la fe en un momento de crisis personal marcado por una compleja relación amorosa y el abuso del alcohol, y la historia de Pablo el Converso y de Lucas el Evangelista. Pablo que cae del caballo, tiene una iluminación mística y pasa de lapidador de cristianos a propagador de la nueva fe que transmuta todos los valores. Y Lucas que escribe la vida de Jesús y a partir del cual nos adentramos en los evangelios primigenios, tan diferentes al Apocalipsis de fuegos artificiales de Juan. En estas dos historias entrecruzadas sobre la fe se suceden abundantes personajes, episodios y reflexiones: la serie televisiva sobre muertos que resucitan en la que participa Carrère como guionista, la canguro ex hippie y amiga de Philip K. Dick a la que contrata, los bolcheviques con los que compara a los primeros cristianos, webs porno, visiones eruditas sobre las fuentes originales del cristianismo, la desaparición ¿resurrección? del cadáver de Jesús... Lo que a Carrère le interesa del cristianismo es su mensaje de transgresión de lo establecido y la desmesura de la fe. Y este libro provocador y deslumbrante es una indagación rabiosamente contemporánea sobre el cristianismo que nos habla de la perplejidad, el dogma, la duda, la redención y la construcción de una fe con mensajes rupturistas y extraños rituales.
Emmanuel Carrère (París, 1957), después de cuatro celebradas novelas de no ficción, se ha impuesto internacionalmente como un extraordinario escritor. Así, El adversario: «El autor ha sabido transmitir con una fluidez literaria que jamás cae en falsas retóricas esa inquietud abismal sobre la nada» (Elena Hevia, El Periódico); «Ese retrato del monstruo, del diablo, logra atraparnos» (Josep M. Sòria, La Vanguardia); «Novela apasionante y reflexión de escalofrío» (David Trueba). Una novela rusa: «Un relato original, multidireccional y perturbador» (Sergi Pàmies); «Un libro sincero ahora que es tan difícil encontrarlos, atrevido, valiente, brutal, el striptease de un escritor» (Juan Manuel Villalobos, Letras Libres). De vidas ajenas (el mejor libro del año según la prensa cultural francesa): «Si van a leer un solo libro este año, que sea éste» (Juan Forn, Página/12, Argentina); «La novela me ha impresionado mucho. Una experiencia literaria brutal. Me apasiona» (Pedro Almodóvar); «Una obra desgarradora y grandiosa» (Sònia Hernández, La Vanguardia); «Una narración sobre la dignidad humana» (Jesús Ferrero). Limónov (galardonado con el Prix des Prix como la mejor novela francesa): «El libro, que se parece mucho a una novela de aventuras, es también una biografía y un gran reportaje histórico» (Miguel Mora, El País); «Carrère vuelve a deslumbrar» (Sònia Hernández, La Vanguardia); «Se lee a un ritmo vertiginoso» (Rafael Narbona, El Mundo); «Escritor tan insólito como poderoso. Extraordinario libro» (Carlos Boyero). Ahora hemos recuperado dos novelas de ficción: El bigote y Una semana en la nieve.