La lectura que José Joaquín Blanco realiza de la literatura universal a través de estos ensayos prosigue su tarea lúcida y apasionada de crítica y apropiación que en este mismo plano trazó en sus Retratos con paisajes, y que en el plano nacional reunió en Crónica literaria. Racine, Diderot, Goethe, Brummel, Chesterton, Shaw, Sastre, Mishima forman parte de los 33 autores o temas que Blanco elige para armar sus lecturas, en esta conversación literaria, verdadera crítica como gran arte, que logra traducir la lejanía temporal y de prestigio que fatalmente acompaña a los clásicos, en la urgencia de su necesidad, en la pasión por su actualidad. Blanco sabe, como pocos, escribir el regalo de esos mundos que están ahí para ser poseídos.