Desde hace un par de décadas hay una creciente producción de programas de televisión infantil que se toman las pantallas. Aquí se analizan desde la neurobiología las bases teóricas de una nueva concepción del niño y su permeación hacia la realización televisiva. El libro introduce algunas innovaciones en torno a la programación infantil y argumenta en favor de su incorporación en el aula parvularia, la que debería ser sistemática, flexible y constructivista en su recepción, siempre de la mano de un adulto. Sostiene que la calidad de la educación parvularia, en especial en el desarrollo de la inteligencia socioemocional integral del párvulo, puede ser apoyada de modo decisivo con este recurso formativo de modalidad audiovisual: los programas de animación infantil de nueva generación.