Los centauros de la mitología griega, seres mitad hombre, mitad animal, representan su forma más extrema. Luigi Zoja -psicoanalista reconocido internacionalmente por su investigación sobre el otro polo masculino, el del padre- sondea los motivos del centaurismo como contagio psíquico y recorre sus manifestaciones, desde la esclavitud sexual de las mujeres nativas durante la colonización de América Latina hasta el epílogo sin honor de la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de la furia bélica, que desde Homero en adelante ha generado narraciones, la violencia sexual produce, por lo general, silencio. En términos de Zoja, "deshumaniza a la víctima, pero también al agresor, porque destruye en ambos una de las capacidades más humanas, la de narrarse".