Locus solus, espacio en el que la soledad hace posible, desestabilizándola, la condición refleja y autosustentada del habla, es un libro de renuncias con aspiración panorámica.
Los textos de esta obra se debaten como conjunto entre aceptar los presupuestos heredados y transitar la línea hegemónica de la palabra acotada y estable del monólogo inscrito en la tradición, o en resistirse a la unicidad y hacer estallar los presupuestos del texto y el espectáculo posible, en todos los órdenes.