Hairy Haller, protagonista cuyo nombre comparte iniciales con el del autor, es un ser escindido en cuerpo y espíritu, y enfermo en ambas mitades. Tiene casi cincuenta años y se encuentra cansado y desubicado dentro y fuera de sí mismo. Sus dos naturalezas, la espiritual y la animal, mantienen una lucha incesante, sin que ninguna de ellas satisfaga su anhelo de plenitud, la angustia por la carencia de algo inexplicable.
Este hombre con gran talento y una inusitada capacidad de sufrimiento, es asimismo un ser solitario, insociable y misterioso como un lobo de la estepa que avanza en su melancolía hasta el borde del suicidio, incapaz de soportar el vegetar cotidiano, irrelevante, en que consiste su existencia. Pero un día el azar pone en su camino a Armanda, una joven y hermosa encarnación del goce sensual y los placeres de un mundo opuesto al oscuro, pesimista e intelectual del protagonista. Harry inicia entonces un proceso de liberación, una redención de su lobo interior no exenta de recaídas en el abismo. El mundo en el que entrará Harry, acompañado de María y Pablo, tendrá algo de mágico e inaprensible, será una especie de teatro mágico donde, confundiendo realidad y fantasía, Harry verá representada toda la complejidad de la existencia.