Este libro es resultado de un trabajo de investigación cuyo punto de partida es la importancia que tiene la masculinidad en la construcción de la identidad de los varones, independientemente de su orientación sexual. La reflexión del autor se relaciona con los valores sexuales y la conducta erótica y cómo se constituyen desde el pensamiento heterosexual; en ese sentido, constata que el sexo siempre es político y no una fuerza natural que existe con anterioridad a la vida social.