Esperando a Qodot es una obra emblemática del llamado "teatro del absurdo", que se enmarca en la corriente literaria que surgió al término de la Segunda Quena mundial, como un correlato del existencialismo francés, cuyo postulado esencial es la concepción de la vida humana como un fenómeno carente de lógica, sin otro sentido que la libertad a ultranza, lo que da lugar a una suerte de indiferencia nihilista que se parece mucho al pesimismo y al abatimiento. Esta propuesta se manifiesta en múltiples expresiones artísticas propias de la posguerra, en literatura especialmente en las obras de los autores de la llamada "generación beat", como Jack Kerouac y Allen Qinsberg, y en el teatro del absurdo, cuyo principal representante es precisamente Samuel Beckett.