Todo es cristalino en Alfonso Reyes, sus obras eruditas, su poesía, sus cuentos y ahora sus anécdotas, recogidas al gotear de la pluma y correr de los años, y en las que se confirma el humorismo que siempre lo caracterizó. Esta selección de anécdotas nos hace recordar su sonrisa, sus ojos pícaros y vivaces, su agudísimo sentido de la fonética y de la electricidad. Nada más qué añadir, nuestro duende alfonsino tiene la palabra.