En 1761 Jean Calas, un próspero comerciante protestante de Toulouse, fue acusado y ajusticiado injustamente por el asesinato de su hijo que quería convertirse al catolicismo.
El caso Calas es el punto de partida para que Voltaire escribiera uno de sus ensayos más célebres en pro de la tolerancia religiosa, a favor de la separación de la iglesia y Estado y contra el fanatismo.
Voltaire invirtió tres años en desarrollar los textos que reivindicarían la memoria de Jean Calas.