Era éste, y no la Afrodita de Louÿs, según refieren testigos confiables, el libro de las tapas amarillas que Wilde tomó al ser conducido a la cárcel de Reading; posiblemente como consuelo erótico y explicación simbólica de sus trágicos amores con el hijo de Lord Queensberry.
Las tempestuosas relaciones entre el rico heredero Camille des Grieux y el pianista René Teleny, podrían ser consideradas una suerte de transposición del «inconfesable» vínculo con Lord Alfred Douglas, que le llevó a Wilde a la cárcel. Pero, sobre todo, la plasmación típico-literaria de determinado aspecto oculto de la sociedad victoriana, que Wilde no podía ironizar en sus más celebradas obras, por su personal y flagrante inmediatez con los hechos.
Teleny, en este sentido, puede considerarse una especie de reverso o negativo de Dorian Gray; cuanto en ésta aparece nimbado de reticente y maligna perversidad, se aclara en Teleny en forma de equívocos sociales fundados en simples deseos carnales. Lo que evidentemente condenaba al secreto a la novela, en exceso explícita, que hasta fechas recientes circuló sólo en ediciones privadas, es precisamente el libro de amarilla cubierta.
En cuanto a autoría, son varias las hipótesis barajadas por los críticos y prologuistas de las diversas ediciones; la crítica coincide que la forma final se la dio el propio Wilde, aunque no es improbable que fueran varias las manos que participaran en su confección o al menos en su elaboración temática.