Francisca, una joven recluida en un convento y destinada a su tutor, don Diego, prefiere a Carlos, sobrino de Don Diego, aunque esta dispuesta a cumplir su palabra, tan solo para obedecer a su madre, aun cuando vaya en contra de sus sentimientos. Don Diego se da cuenta de esto, y lamenta que, por el hecho de haber sido educada asi, tenga que mentir respecto a lo que siente, perjudicandose a si misma durante el resto de su vida, por lo que decide evitar la boda a toda costa, permitiendo que sea su sobrino, quien se case con ella.