Alfredo Galván, un exitoso abogado fiscalista, se encuentra en su lujoso despacho sufriendo la muerte de su esposa a causa del nacimiento de su hija. En la hondonada de la embriaguez y la intención de suicidarse, urde un plan para arruinar a su padre (un prominente político) y a sus cómplices. Harto de lavar el dinero relacionado con los negocios sucios de la política, crea un monstruo institucional con las mismas herramientas de los poderosos, alimentado por la corrupción y que actúa como una espiral virtuosa e imparable. Su propósito, aliviar una porción del tejido social enfermo.
En el ínterin, Alfredo supera el luto y se enamora de una famosa actriz, con quien comparte las vivencias más sorprendentes junto con sus amigos, entre ellos, Susana Dracoulis, una mujer encendida por la noche vampiresca de su apellido. La situación se complica cuando su padre y los políticos contraatacan. Deben invertir en la refinería Milenio y no cuentan con el dinero para ello porque está en manos de Galván. Por consiguiente, se apoyan en una femme fatale que lo espía y seduce. Personajes turbios y astutillos de la vida pública contribuyen a dar marco a esta novela, donde la putrefacción de la clase política se hace presente a diario en los encabezados.