La novela describe poco más de un año en la vida de un pequeño grupo de jóvenes en el campo cerca de Londres en el cambio de siglo (del XVIII al XIX), durante el reinado de Jorge III.
En el centro de esta sociedad se encuentra la familia Bennet, con sus cinco hijas casaderas, de entre quince y veintitrés años (de mayor a menor: Jane, Elizabeth, Mary, Catherine y Lydia). La señora Bennet ve el matrimonio como la única esperanza para sus hijas, pues tras la muerte del señor Bennet las jóvenes quedarán abandonadas a su suerte cuando William Collins, primo de las muchachas, herede todo debido a que la propiedad forma parte de un mayorazgo del que es beneficiario. El mayorazgo solo se transmite por linaje masculino, de manera que, al fallecimiento del padre, la madre y las hijas perderán la mayor parte de la fortuna y el derecho a habitar la propiedad. La señora Bennet está muy emocionada por las noticias de la llegada de un hombre soltero «de considerable fortuna» (cinco mil libras anuales) al vecindario: Charles Bingley. El señor Bingley ha alquilado la finca Netherfield, donde planea establecerse temporalmente con sus dos hermanas, la señorita Bingley y la señora Hurst, así como su cuñado, el señor Hurst. La señora Bennet espera casar a alguna de sus hijas con el señor Bingley.