Con pasión y riesgo, así parece escribir siempre Juan Carlos Méndez Guédez, uno de los más valiosos narradores hispanoamericanos de la actualidad. Con emoción, intensidad y seducción están escritas y es lo que trasmiten los tres relatos que forman La noche y yo, que en el fondo bien podrían ser una única conversación cruzada con otras conversaciones alrededor de una historia de amistad y sexo y abandono y reunión; o varias historias de recuerdos y deseos, arrepentimientos y decisiones e insomnios; o una historia de Caracas lloviendo, o de Madrid lloviendo o, incluso, de Bir Tawil con lluvia, y de noche, «la noche como un cuchillo que abre en dos el vientre de un pescado»; y una historia o varias de libros subrayados, de lecturas y lectores, de gente que vive por los libros y desde los libros, porque como señala uno de los narradores de La noche y yo solo en lo que leemos fuera somos capaces de reconocernos dentro.
De Juan Carlos Méndez Guédez se ha dicho: «un escritor que sigue la tradición literaria de los que, como Juan Carlos Onetti, han sabido describir el desarraigo como clave de la condición humana», Paqui Noguerol, El Invencionero; «En el ámbito de la literatura y migración hispánica el escritor Juan Carlos Méndez Guédez ocupa un lugar privilegiado», Pauline Berlage, Revista Lateral; «Méndez Guédez realmente conoce el oficio. Es un autor con una trayectoria brillante», Espido Freire, Público.