Este libro no es una novela histórica, aunque está emparentada; es simplemente una fantasía, es el relato de una dama que tiene siete siglos de existencia. A pesar de su edad y su importancia por ser la vía más antigua de México y del Nuevo Mundo, se queja amargamente de que ha caído en el olvido. Dice que ya nadie la recuerda, nadie la visita, la han abandonado. Como una abuela que vive de sus recuerdos, ella nos relata las vivencias desde su nacimiento, de origen mexica, cuando cruzó los lagos que rodeaban México-Tenochtitlan, hasta sus experiencias con personajes como Moctezuma, Hernán Cortés, Alejandro de Humboldt y Porfirio Díaz, quienes la han pisado, la han caminado y cabalgado en sus siete kilómetros de extensión. Asidos del brazo de esta dama, recorremos las calles de la Ciudad de México. Ella nos presentará a personajes olvidados y desconocidos, nos mostrará los recovecos escondidos de los callejones y nos mostrará los muy alabados palacios y sus habitantes, virreyes y teporochos.