Esta obra pionera explora las masculinidades en el contexto sociocultural de la Ciudad de México de principios del siglo XXI. Desde la sociología de la religión y un enfoque crítico y multidimensional, el autor analiza las masculinidades en relación con el mormonismo, sistema de creencias altamente jerárquico, androcéntrico y heterosexista, que privilegia la obediencia y negocia los mandatos religiosos basándose en una dualidad identitaria fluida que supone mantener (o resignificar) las nociones de familia tradicional y espiritualidad conservadora.