Considerado como uno de los más grandes filósofos, Albert Camus publica La peste en 1947, tragedia en cinco actos que relata la devastación de la cuidad argelina de Oran a causa de la peste en los años cuarenta. En esta obra convergen dos de los temas recurrentes en la ideología del autor: la toma de consciencia ante lo absurdo de la existencia y el comportamiento humano frente a las situaciones límite. Oran funciona como un símbolo dual que representa a la Francia en tiempos de la ocupación alemana y también a la existencia en la que se ve prisionero el ser humano, indefenso ante el dolor y lo limitado de su visión. La peste se convierte en una metáfora quimérica de la condición humana, prese de su destino, es una marga y penetrante alegoría de un mundo al que solo una catástrofe logros devolverle su humanidad.