Edward Albee es tal vez el primer dramaturgo norteamericano que se atreve a romper las convenciones del teatro tal y como se habían dado hasta la mitad de los años cincuenta en Estados Unidos. Las tres obras que se presentan en esta edición dan muestra del extraordinario talento de Albee, talento que ya había demostrado en obras como La muerte de Bessie Smith o Un delicado balance y que distinguen al dramaturgo norteamericano como la voz más original que ha surgido en lo que va de esta segunda parte del siglo veinte.