Praga podría ser el inicio de todo. El Golem, una novela esencial en la literatura contemporánea, está inspirada en las tradiciones judaicas de la Era Media. Las callejuelas del barrio judío de la capital de la antigua región checa son el espacio donde, por medio de la magia y de los secretos divinos, un rabino da vida a un ser inteligente, creado a partir del barro y de las palabras. En el siglo XII, una secta judía descubre que un poco a de doscientas combinaciones de signos alfabéticos y arcilla roja se podría crear a un ser dispuesto a servir a la humanidad. Pero había un temor: ese ser crecía desmesuradamente. Así que decidieron grabar en su frente la palabra emeth (verdad), y cuando se decidiera su muerte, bastaba con eliminar una letra: meth (muerte). Ese era el destino de El Golem, quien ahora reposa en una sinagoga praguense.
Gustav Meyrink (Viena, 19 de enero de 1868-Starnberg, 4 de diciembre de 1932) fue un escritor austríaco, conocido sobre todo por su primera novela, El Golem (1915), clásico de la literatura fantástica del siglo xx.