Desde el nacimiento existen diferencias entre los seres humanos, específicamente por su sexo, son diferencias denominadas por los biólogos como caracteres sexuales primarios, determinados por los genitales tanto masculinos como femeninos, que son los que hacen la diferencia en estos seres de la misma especie. Sin embargo, a partir del nacimiento y las diversas tradiciones culturales, la sociedad impone, tanto a la mujer como al hombre, diversos roles de comportamiento a los que se denominan género que se traducen en conductas esperadas por la sociedad, surgiendo así loe estereotipos de lo femenino y lo masculino. Para efectos de este estudio, se precisa el concepto de género aplicado al ámbito sociológico, aportado por Eva Espinar Ruiz y Miguel Ángel Mateo Pérez, ya descrito. Al abordar el tema de los derechos humanos de las mujeres, llamados también fundamentales, cuando son reconocidos por el Estado, éstos se consideran universales, es decir, inherentes a todas las personas, sin distinción de sexo, raza, nacionalidad, etnia, preferencias sexuales y otras diferencias.