Hugo Villalobos, conocido escritor y antropólogo, haciendo gala de su particular talento, nos ofrece un libro diferente y a la vez interesante, en él nos ofrece un libro diferente y a la vez interesante, en él nos va introduciendo en una historia real, fundada en hechos reales, pero sin dejar de lado su capacidad para entretejer relaciones interpersonales, tiempos, circunstancias; todo ello dibujado, magistralmente, con sutiles trazos de amor y erotismo. Muchas historias, un solo hilo y seres humanos descritos en una perspectiva absolutamente humana, no obstante los prejuicios, la incomprensión familiar y el escarnio social a base de tonterías y estereotipos absurdos.
Aquí el autor descaricaturiza a los protagonistas, ubicándolos en su exacta dimensión humana. La llamada sub-cultura gay, así como los incipientes y primigenios movimientos nacionales son analizados en una óptica múltiple, sin alejarse de la realidad, dentro de un contexto novedoso, donde la gran ciudad de México y la población provinciana, se abrazan por encima de toda distancia y diferencia.
Los sitios, los personajes, la atracción de cuerpos, rostros, miradas furtivas, albercas, etc. hacen de este libro algo que no puede escapar al lector inteligente y desprejuiciado.
Otro aspecto importante de esta obra lo constituye la vívida descripción de lugares de reunión, de marchas, desfiles, desbandadas, miedos, etc. en un México que aparentemente ya se fue, pero que Villalobos revitaliza y lo hace existir en cada página. Es un texto libro, fresco, honesto, como su autor, quien airea estos temas sin recato ni obstáculo alguno, desafiando a una parte de la sociedad cuyo cinismo en el tratamiento de esta materia resulta risible y refleja una gama de cargas antropológicas y complejos que harían, seguramente, la delicia de algún psiquiatra despistado.