En la Edad Media, campos, bosques y arenales, aguas y montes bullían de vida oculta; la naturaleza estaba poblada por mil criaturas, las más de las veces habitantes de la noche, y entre éstos estaban los enanos. ¿Quién sabe hoy qué fueron éstos antes de convertirse en pequeños personajes de cuentos maravillosos y leyendas? Claude Lecouteux, basándose en un amplio estudio de las fuentes medievales, da respuestas a esta pregunta y nos revela un mundo apasionante que nos lleva por los caminos. del mito y nos permite entrever las dimensiones de una cultura pagana que ha sobrevivido hasta épocas muy recientes.
Personaje familiar que viene de un lejano pasado y que perpetúa su vida en el imaginario de nuestras sociedades modernas, la figura del enano, sin embargo, es mal conocida y muy poco estudiada. ¿Quién es? ¿De dónde viene? Estudiando las literaturas medievales, y también los cuentos, las leyendas y las mitologías, Claude Lecouteux, eminente especialista en la Edad Media, ha puesto de relieve las imágenes, las situaciones y los usos que gravitan en torno a este ser singular.
El autor saca a la luz un mundo de creencias desaparecidas, a menudo ocultadas por la Iglesia o simplemente borradas por el paso del tiempo. Lejos de ser ficciones o supersticiones, los enanos estaban vinculados a la fertilidad, a la fecundidad, a la muerte y a ese culto a los antepasados cuya importancia en nuestro antiguo Occidente es bien conocida. Y redescubrimos así su significación religiosa, que habíamos perdido.
Pululando en las tradiciones populares, duendes, trasgos, lutins, kobolds, enanos y elfos de todas clases dejan entrever cómo, a pesar de la cultura cristiana, el paganismo consiguió mantenerse en los medios rurales hasta el alba de la era industrial.