Se llama Sodoma. Es una joven mujer que labora en una oficina y se encuentra insatisfecha por el trabajo que realiza, inclusive con la vida misma.
Gusta de fantasear que vive otro tipo de vida, transmutarse, aunque no siempre con resultados positivos, pues las más de las veces resultan catastróficos. Parte de su personalidad es su singular erotismo.
Evoca:
Extrañaba a los adonis en un modo esencial, recordaba claramente mi vida pasada. Dicen que con el tiempo se le van olvidando a uno sus vidas pasadas; a mí los adonis nunca se me olvidaron, y aun siendo una rata, la obsesión de hacerles la prueba siguió latente y sé que seguirá latente; porque sin remedio deseo verlos, en su estado ideal, cada uno con su respectivo uniforme; uno a uno, violándome
Se trata del personaje protagonista de El ejército de Sodoma, la más reciente novela de la escritora Rowena Bali, coeditada por Axial y Colofón, en la que explora y transita por el punzante universo del deseo.
Aquí, el erotismo es parte fundamental del personaje de la novela, texto en el que, dice la autora, intenta ser una crítica a la pérdida de tiempo que implica en muchos casos el trabajo en una oficina.
En ese devenir ella empieza a imaginar a sus compañeros de trabajo como personajes hermosos que la seducen y la desean, como adonis, para obtener de ese ámbito tan insatisfactorio alguna gartificación mediante la erotización.
En este caso la belleza de los varones (imaginaria para la protagonista), se planteó en contraste con la de la mujer que ha sido siempre fuente de inspiración literaria en innumerables ocasiones. La idea fue presentar una cierta estética de lo masculino.
Sin embargo, entre las reflexiones que llevaron a Rowena Bali a escribir El ejército de Sodoma, además de las dinámicas indolentes de trabajo en una oficina, fue plantear la singular visión erótica o sexual de la protagonista.
Ella sufre una violación tumultuaria por aquellos que imagina como adonis, y a partir de ese hecho su idea de la sexualidad se transforma de manera radical. Tiempo después de que es violada, ella desea incansablemente volver a ser violada. Esa es la visión que tiene de la sexualidad, explicó la autora.
La historia se desarrolla en torno a una seducción que culmina con una violación tumultuaria, y después lo que sucede en la mente de ella. El deseo de que vuelva a ocurrir.
Sodoma evoca: Mi esencia me impedía alejarme totalmente de los que me causaron daño. Aquella angustia esencial me inyectó la fuerza para retromutar, entonces fui una rata y escapé y terminé aprendiendo a transmutar con habilidad, de tal forma que los adonis me fueran alcanzables. Probé de todo: un ejército de hombres realmente hermosos desfiló entre mis piernas... hasta que me descubrió El Gringo y me arruinó como siempre toda la diversión (...) El no sabe que las violaciones de los adonis son mi única esperanza en esta vida.
¿Qué la llevó a crear un personaje como el descrito?
La lectura de un libro en el cual se tipifican las parafilias y dentro de ellas no se incluye la violación. Por otro lado, haber escuchado con frecuencia que sicológicamente la mujer desea ser violada. Ambos conceptos o suposiciones, más la falta de conciencia de la perversidad de una violación, fueron las que me llevaron a crear ese aspecto del personaje.