La seduccion no es como la pintan. De hecho, mas que colores tiene sabor: un sabor agridulce, por cierto.
Al menos así nos la presentan los autores aquí reunidos. Desde relatos que subvierten la formula erotica tradicional de seductor victima, hasta formar sutiles de enmascaramiento y dominacion. Los fines pueden ser muy diversos: conseguir un cuerpo, mermar o provocar la soledad, procrear un hijo, coleccionar conquistas, pero en todos los cuentos brilla un fascinante mas allá: la luz oscura y subyugante del deseo.