Doña Perfecta, considerada como una de las mejores obras de Benito Pérez Galdós, describe con exactitud la lucha histórica entre liberales y conservadores de la España del siglo XIX. Y a pesar de los años, es curioso observar que la vida de algunos pueblos, así como la actitud de los caciques, no ha cambiado mucho. En esos pueblos pequeños se acatan las órdenes del rico, del poderoso o de la Iglesia misma, y no es extraño que la mayoría de los habitantes se rebelen contra algo o contra alguien sólo porque así lo ordena el cacique. El autor se abre por completo en estas páginas al describir los acontecimientos de manera cruda y real, provocando en el lector un cierto rechazo al conservadurismo; al mismo tiempo, hace una fuerte crítica al fanatismo clerical, logrando que todos simpaticemos de forma natural con el joven Pepe Rey.