GUERRERO AGRIPINO, LUIS FELIPE
Durante el X Simposium Mundial de Criminología y Criminalística, el Rector General de la Universidad de Guanajuato (UG), Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino, se pronunció por no abusar de la tipificación del comportamiento y del aumento de las penas, al señalar que se ha demostrado que es una estrategia inadecuada para afrontar el fenómeno de la criminalidad.
Invitado como conferencista, señaló que para estudiar la criminalidad es necesario no sólo entender las causas del fenómeno, sino también analizar la política criminal, es decir, revisar qué está haciendo el Estado para dar seguimiento. La última parte de esa política es el Derecho Penal, explicó.
El Rector General de la UG, quien es doctor en Derecho, maestro en ciencias jurídicas penales y especialista en criminología, expresó su preocupación por las consecuencias de acudir cada vez al Derecho Penal para enfrentar problemáticas sociales como la criminalidad.
En México, ante un problema se opta por reformar leyes, y después nos damos cuenta de que no fue la solución, y se hace una contrarreforma, por eso tenemos una constitución de más de 600 reformas y en el Estado de Guanajuato, del año 2002 a la fecha, se han hecho 25 reformas al Código Penal del Estado, reveló.
Hay una terrible expansión del Derecho Penal, advirtió, muchos temas que podrían solucionarse desde otras legislaciones se trasladan a ese ámbito, por ello, hay 39 leyes federales en México que tipifican delitos, incluyendo la Ley Federal de Cultura Física y Deporte, expuso el Dr. Luis Felipe Guerrero.
El derecho penal requiere plantearse, desde ya, diversos escenarios frente a la complejidad social que se advierte para el futuro inmediato y ante sus desarrollos. La industria 4.0 se basa en el orbe digital y en las máquinas computarizadas. Con su rápido crecimiento y sus profundas implicaciones en la vida humana, esa industria conlleva difíciles decisiones éticas que impactan en el orden jurídico, pues las máquinas no pueden ser imputadas ante algún ilícito.
La teoría del delito asume estos nuevos acontecimientos vinculados a la era digital a fin de establecer referentes útiles y asumir la problematización de aspectos como la robótica, la inteligencia artificial, la minería de datos y los productos de sistemas ciberfísicos.
Ante estos hechos, han surgido nuevos paradigmas que exigen optimizar la capacidad dogmática de la teoría general del delito. De estas y otras dimensiones de la actualidad y el porvenir trata el presente volumen.