El cuerpo posee la doble característica de ser un espacio en sí mismo, al tiempo que ocupa y se mueve en el espacio como una porción de él. Por ello, el análisis del cuerpo en relación con la espacialidad implica reflexionar sobre la manera en que producir espacio es también producir corporeidad y viceversa: sea desde la sumisión y apego a las normas, o bien desde sus rasgos creativos e innovadores. Los capítulos que componen este libro retoman a la corporalidad como punto de encuentro para la discusión de temáticas sociales, evidenciando que el cuerpo tiene que ser abordado en su concreción individual pero también social.