Con un extraordinario manejo de la poesía y los entresijos del romance, Angélica Santa Olaya construye una historia donde los tácitos protagonistas son los celos, la infidelidad, la verdad y la mentira; pero sobre todo, el amor, padre de todos ellos, generador de lo posible y lo imposible. ¿Qué es la verdad? ¿Qué la mentira? ¿Cuál de ellos contiene el secreto de la felicidad? De los hilos amorosos que unen las vidas de Nayeli, Roberto, Elisa y Gerardo penden las fantasías y los deseos frustrados de cada uno exponiendo, más allá de la anécdota, los tropiezos y venturas de la condición humana y los áridos callejones por los que transita la soledad.
Porque, finalmente, ¿qué pretende el amor sino conjurar a las fuerzas de la naturaleza para andar por el mundo en compañía? Hay un testigo omnipresente y mudo en esta historia: un encino, un solitario árbol que atestigua las pasiones, los desatinos, las alegrías y los sufrimientos de estos personajes que intentan, desesperadamente, sobrevivir a las caretas impuestas por la sociedad en busca de un camino más transitable.