En Amores bárbaros. El poliamor y el asedio a la monogamia patriarcal, Abelardo Barra Ruatta no ahonda (al menos no de esta manera) en la amputación de los constructos sexogenéricos que impiden, desde el vamos, el mínimo brote de amor libre. Esto es, no discute (solo) el binarismo de género. Ante tamaña falta de sofisticación erótica como la del "choma promedio", no se pone denso: lo suyo ya es felizmente denso y está escrito desde un "más allá" para cuya aproximación la cruz en "hombre" o la tilde en "mujer" es recurso escaso. Así, sobrevuela con acertada panorámica el dogma binario e insiste en aquello que quiere insistir: el desbloqueo de otra epistemología de la sexualidad.