August, una joven de veintitrés años. No cree en casi nada. Ni en los videntes. Ni en las amistades que se entablan con facilidad. Ni en encontrar esa clase de amor que sale en las películas. Entonces llega Jane. La misteriosa e imposible Jane. Con mucho carácter. Una sonrisa amable y el cabello alborotado. Aparece para ayudar a August cuando ella más lo necesita. Jane es la persona que August sueña encontrarse en el vagón del metro día tras día. Pero pronto se topa con un gran problema: Jane no solo parece una punk de los setenta, lo es, está atrapada en esa línea de metro y August tendrá que utilizar todo lo que ha intentado dejar atrás para ayudarla. Después de todo, quizá haya llegado el momento de empezar a creer en ciertas cosas.