Cuando Robin Blyth hereda un aburrido puesto en el Ministerio del Interior, cree que ahora su vida se reducirá a sellar papeles. No puede estar más equivocado.
El mismo día que el antipático Edwin Courcey le revela a Robin que la magia existe y que ahora él, un baronet caído en desgracia, es el vínculo entre el mundo mágico y el no mágico, también conoce su perdición
Cuando magos oscuros lo maldicen para que les entregue el último juramento, Robin deberá insertarse en un mundo totalmente desconocido y lleno de peligros para encontrarlo. Afortunadamente, Edwin estará de su lado. Y, aunque no sea el más poderoso de los magos, es erudito y brillante, y sexy
Por desgracia, la maldición avanza y terribles visiones no dejan de acecharlo. ¿Podrán hacer algo antes de que lo consuman?