Tierra baldía es un largo poema dividido en cinco partes que deja sentir el latir del germen épico: su tema central es la leyenda de un rey que al quedar estéril ve cómo sus tierras también se vuelven infecundas. Es una obra erudita que expresa vivamente su idea de la esterilidad de la sociedad moderna en contraste con las sociedades del pasado y se convirtió en un hito de la modernidad. A decir de Eliot tanto el título, como el plan y gran parte del simbolismo de la obra fueron sugeridos por un libro sobre el Santo Grial de J. L. Weston y por un estudio antropológico de James Frasser. La obra está dedicada a Ezra Pound y la influencia de éste es notable. El poema inicia con la entrada de la primavera, símbolo de la fecundidad, a la que se le opone un paisaje pétreo, desolado y sediento: sucesivamente el poema contrasta la visión de un Londres irreal con el mundo de un pitonista y de un mercader con el de varios personajes que dialogan. En la última parte reaparece el tema obsesivo de la infecundidad, como símbolo de la esterilidad del mundo actual y termina con una invocación de los upanisad.