Quizás no entendí, constituye no solo un trabajo periodístico de investigación realizado por Gerardo Guiza Lemus, sino un quehacer literario en el que nos narra un tema de todos los tiempos: la relación amorosa entre dos hombres, uno aceptado como gay y el otro con el conflicto de no saber su identidad.
El libro es un reflejo de nostalgias, de sentimientos encontrados, constituye una real catarsis hecha por Rodolfo, uno de los protagonistas de esta candente historia que el autor presenta a través de veintidós sesiones o capítulos, enriquecidos fundamentalmente por las descripciones de Rodolfo, pero también apoyados en refranes populares.
En esta obra, cualquiera de nosotros puede verse reflejado sin importar su preferencia sexual, puesto que aborda aspectos de carácter fundamentalmente humano: la necesidad de amar y de ser amados, el dolor y la frustación de perder al ser amado, pero también la capacidad del perdón.
También es un llamado de atención a la conciencia social que todavia mira con horror el derecho de los hombres gays a ejercer con dignidad su vida emotiva, sexual, social, familiar y profesional, sin el acoso del que a veces sufren ante una muy respetable elección de vida, que no por eso es buena o mala, simplemente es.