¿Qué es la poesía? Preguntamos y Bécquer responde,
¿y tú me lo preguntas? Poesía
eres tú. Salvador Díaz Mirón, considerado como el gran poeta modernista mexicano y uno de los grandes poetas de América, va más allá y dice: ¡la poesía! Pugna sagrada, radioso arcángel de ardiente espada, tres heroísmos en conjugación: el heroísmo del pensamiento, el heroísmo del sentimiento y el heroísmo de la expresión.
A fines del siglo XIX, bajo el régimen de Porfirio Díaz y el predominio de los escritores científicos, se abrió paso a nuevas corrientes como el positivismo filosófico, el modernismo poético o el realismo y naturalismo narrativos. Manuel Gutiérrez Nájera es considerado como el primer poeta moderno de México, acompañado de Salvador Díaz Mirón, Manuel José Othón, Amado Nervo y Enrique González Martínez el último gran poeta del modernismo mexicano.
La obra de Díaz Mirón que también cultivó la novela naturalista con una visión determinista del mundo, puede dividirse en tres etapas: la primera de 1876 a 1891, donde lleva al extremo las potencialidades del Romanticismo (enfocado desde una sociedad dictatorial, enmarcada por la injusticia una poesía que no expresa al poeta sino a los oprimidos y al dolor humano) ya a ella corresponden poemas como: Víctor Hugo, A Gloria, Voces interiores, Ojos verdes y Redemptio, entre otras, la segunda de 1892 a 1901, en esta etapa publicó en Estados Unidos (1895) y París (1900) su libro Poesías, un año después, publica Lascas, obra considerada su principal libro, que narra cuando acude, custodiado por policías, al funeral de su padre, entre gritos desgarradores, la obra contenía 40 poesías inéditas, entre ellas: El fantasma, A una araucaria, A ella, Claudia e Idilio, entre otras. La tercera va de 1902 a 1928, de esta última etapa de su trabajo, sólo se conocen 24 piezas, Paisaje, A un pescador y El ingenioso Hidalgo, son algunas de ellas.
Díaz Mirón, cuyo temperamento lo lleva a cantar, como Whitman, la gloria de un pueblo fuerte que marcha hacia la gloria y el progreso, también habla de amores imposibles, separación de amantes, la patria misma, volcanes que estallan, jardines, flores, aves, olas, vientos, ángeles, cielos en crepúsculo, etc., todo ello configura su espacio literario, pero sobre todo en sus poemas amó a la mujer, a quien amaba con una carnalidad obsesiva.