Nuestro inframundo tiene algunas cualidades adicionales a su condición misma de denuncia social y política:
1.- No será presentado en ninguno de los espacios de la "siempre" imparcial Televisa, emporio del continuismo nacional.
2.- Fue, de antemano, censurado por las editoriales con capital extranjero y que mantienen enormes intereses con la estructura oficial para la edición de textos con el sello de las administraciones públicas.
3.- Se publica meses antes de que se inicie el proceso hacia la presidencia de México, esto es cuando el autor agudiza su crítica, porque ya puede juzgarse al mandatario en funciones y, a partir de ello, realizar un ejercicio de prospectiva.
Tiene además un sello de garantía: Rafael Loret de Mola jamás ha sido desmentido públicamente ni ha sido motivo de querella alguna por cuanto ha escrito a través de treinta y un obras con fuerte contenido, muchas veces provocador, considerando al periodismo como contrapeso a los excesos de quienes ejercen el mando, no el mandato, de la república.
Los lectores, desde este momento, se constituyen en el gran jurado popular.