Desde la disposición de los lugares santos y de los instrumentos sagrados, pasando por las vestimentas sagradas de la antigüedad que se conservan en el culto moderno, la preparación a la misa por el ayuno y la oración, la bendición por el agua lustral y la distribución del pan, bendito, se van analizando a lo largo de la obra todos los misterios de la Misa.
Se dedican varios capítulos completos al Credo o el símbolo de la creencia moderna, analizando los diversos credos: el Credo de los brahmanes, el Credo de la antigua Shasta, el Credo chino, el Credo de los israelitas, el Credo de los cheroquiés salvajes de América del Norte y el Credo de los parsis, entre otros.
Y así se continúan analizando todos los elementos básicos de la Misa, sus orígenes, misterios e influencias.
Para terminar analizando las festividades religiosas antiguas comparadas con las modernas, los doce signos del Zodíaco y su significado, un repaso por los cambios producidos en los principales Concilios y dándonos un esquema histórico del establecimiento primitivo del cristianismo en Egipto.
José María Ragón, fue un literato francés, uno de los masones más distinguidos de su época y de los escritores más notables de la Orden.
Murió a los 81 años de edad y a los 60 de su iniciación y advenimiento a la vida masónica.
Siendo muy joven todavía, fue nombrado cajero de la recaudación general de impuestos de la ciudad de Bruges (Lys), en donde fue iniciado.
Habiendo sido nombrado jefe del despacho del Ministerio del Interior, pasó a París, en donde fijó su residencia, tomando una parte muy activa en todas las manifestaciones de la accidentada vida masónica de su época, fundando algún tiempo después los tres talleres de los Trinosophos, que llegaron a ser una de las Logias más notables de aquella capital y de la que fue Venerable Presidente durante muchos años.
También tomó una parte muy activa en todos los trabajos de reforma que llev&o
José María Ragón, fue un literato francés, uno de los masones más distinguidos de su época y de los escritores más notables de la Orden. Murió a los 81 años de edad y a los 60 de su iniciación y advenimiento a la vida masónica. Siendo muy joven todavía, fue nombrado cajero de la recaudación general de impuestos de la ciudad de Bruges (Lys), en donde fue iniciado. Habiendo sido nombrado jefe del despacho del Ministerio del Interior, pasó a París, en donde fijó su residencia, tomando una parte muy activa en todas las manifestaciones de la accidentada vida masónica de su época, fundando algún tiempo después los tres talleres de los Trinosophos, que llegaron a ser una de las Logias más notables de aquella capital y de la que fue Venerable Presidente durante muchos años. Viajó por algunos países y muy especialmente por América, buscando en todas partes el trato de los hermanos más instruidos, procurando acrecentar el caudal de sus grandes conocimientos masónicos - y enriquecer con valiosas adquisiciones la preciosa colección de rituales (de los que llegó a reunir más de 400) y otros interesantes documentos que tan abundante material le facilitaron para escribir los numerosos artículos y notables obras siempre con el mayor éxito y que tan justa fama le han merecido. Tomó una parte muy activa en todos los trabajos de reforma que llevó a cabo el Gran Oriente, del que fue siempre acérrimo partidario, y muy especialmente en los que se llevaron a cabo para la introducción y propagación en Francia del Rito de Misraim. Ésta, que fue sin disputa la época más activa y floreciente de su larga carrera masónica, nos sido transmitida por él mismo.