AUNQUE EL LUGAR D ELAS COSAS DESAPARECIDAS DE MAGDA OROZCO, ES UN LIBRO CIERTAMENTE DESGARRADOR, PUES NOS COLACA DESNUDOS A MITAD DE UN ENORME CEMENTERIO EN LLAMAS, NO ES ESE SU MAYOR ACIERTO, SINO EL FRECO DE SUS IMÁGENES Y, PERMÍTASEME ESE OXÍMORON, LA COMPLEJIDAD DE SU SENCILLEZ, SOBRE TODO SI TOMAMOS EN CUENTA QUE JAMAS HA SIDO FACIL CAMINAR SOBRE TANTOS MUERTOS COMO SE NOS APILAN HOY EN DÍA EN NUESTRO PAÍS. ANTE EL DOLOR, SIN EMBARGO, MAGDA OROZCO OFRECE PALOMAS OFRENDADAS A LA FRENTE DE DIOS, BLANQUISIMAS ESPUMAS, DULCES LLUVIAS, ESPERANZA, TODO LO ANTERIOR NACIDO DE "ESA NECESIDAD DE ENUMERAR LAS COSAS SENCILLAS, SUTILES Y PODEROSAS".