Desde la definitiva instauración del régimen republicano a la institucionalización de la Revolución durante los años 20 del siglo pasado, la intelectualidad filosófica mexicana produjo un conjunto de ideas con las que pensar a México. Este libro realiza un recorrido por esas ideas agrupándolas en tres grandes paradigmas: el de la libertad, el del progreso y el de la autenticidad. El autor pretende demostrar que la posibilidad de pensar México desde estos complejos ideológicos estuvo asociada a una serie de condiciones sociales, entre las que destaca la organización delas redes filosóficas en clave generacional. Esta propuesta de historia social de las ideas pretende comprender, no sólo cómo intelectuales y filósofos contribuyeron a construir la representación política de México durante una etapa crítica de la historia nacional, sino el mecanismo social que posibilitó este hecho.