Certero retrato de la Belle Époque, las páginas de Idilio sáfico, novela hasta ahora inédita en España, nos ofrecen una visión del París más elegante, capaz de todos los excesos, de la mano de Flossie y de Annhine, dos bellísimas mujeres que se movían, a cambio de protección, en los ambientes de la alta sociedad parisina. Una mutua atracción irresistible, narrada por Liane de Pougy con extraordinaria valentía e indudable destreza literaria, se desencadena entre las dos damas, dando pie a un colorido relato en el que se suceden intrigas, desvelos, afanes, amantes, grandes sumas de dinero, el mal du siècle
Un amor sincero, profundo, se adueña de sus corazones, y estas dos valientes «demi-mondaines», entre arrebatos de sensualidad y abandonos propios de la época y de la situación, tendrán finalmente el coraje de reconocerse como lesbianas.
Un auténtico documento de época que nos habla de personajes reales, como Natalie Clifford-Barney, una acaudalada joven norteamericana que desembarcó en París y fundó la Académie des femmes, salón que se convirtió en el buque insignia del safismo y que fue hábilmente parodiado por Djuna Barnes en su obra El almanaque de las mujeres (Egales, 2008).
Enmarcada dentro de lo que podríamos considerar la corriente estética del modernismo, Idilio sáfico es una novela divertida, provocadora y sensual, es de lectura imprescindible para todo aquel y aquella interesados en conocer una época, la Belle Époque, a través de sus entresijos subjetivos, en este caso desde la literatura. Se recomienda, igualmente, a quien quiera descubrir el proceso de dos mujeres valientes que van mostrando lo que son y quieren ser.
Liane nació el 2 de julio de 1869 en La Flèche, Sarthe, bajo el nombre de Anne Marie Chassaigne. De raíces bretonas por parte de padre y españolas por parte de madre, fue educada en un estricto pensionado religioso, contrayendo matrimonio a la edad de dieciséis años con un joven militar amigo de la familia. Cansada de los malos tratos de su marido y tras ser descubierta en flagrante infidelidad, huyó a París, abandonando esposo e hijo, para convertirse en una estrella de la Belle Époque junto con la célebre española Carolina Otero (más conocida como La Bella Otero) y Émilienne d'Alençon. Esta última, además de rival en el medio del music-hall parisiense, sería su amante de manera intermitente. Su mentora iba a ser la conocida Valtesse de La Bigne, cortesana del Segundo Imperio Francés y que además de haber sido una de las últimas amantes de Napoleón III, fue musa inspiradora de Émile Zola para su obra Nana. Entre sus múltiples amantes masculinos figuraban numerosas personalidades de la época, entre ellos monarcas y príncipes así como industriales, banqueros y hombres de estado. Construyó una suntuosa mansión en el centro de París y compró elegantes casas de recreo en Bretaña y Niza. Su famosa colección de joyas rivalizó con la de la Bella Otero y las obras de arte y antigüedades con las que decoraba su lujosa residencia parisina fueron parte del éxito de su carrera. Su hijo, Marc Pourpe, sería más tarde un héroe de la aviación francesa y realizaría innumerables hazañas aéreas en Francia, Sudán y Egipto. Caerá muerto en el campo de batalla en 1914 durante la Primera Guerra Mundial. En la cúspide de su carrera artística como bailarina del Folies Bergère de París decidió escribir algunas novelas que se convertirían en grandes éxitos de venta para la época y en las cuales mostraba abiertamente sus inclinaciones bisexuales, entreteniendo así al público y cultivando a la vez su ya incipiente leyenda. Inició una seria relación con la escritora estadounidense radicada en Francia, Natalie Clifford Barney (de la que habló en su novela Idylle saphique) y posteriormente decidió casarse en 1910 con un príncipe rumano, Georges Ghika, convirtiéndose así en una auténtica princesa. El matrimonio conoció algunos altibajos como resultado de la infidelidad del marido de Liane con la última conquista femenina de ésta. Una vez reconciliados, se trasladaron a la ciudad de Lausana, Suiza, huyendo de la Segunda Guerra Mundial, y tras un profundo acercamiento a la obra religiosa del asilo francés de Santa Inés, una vez viuda Liane decidió tomar los hábitos de la Orden Terciaria de las Dominicas consagrando el resto de su vida a la oración y a la reflexión. Liane de Pougy falleció en Lausana, Suiza, el 26 de diciembre de 1950 bajo el nombre religioso de Ana María de la Penitencia.