Al ritmo de New Order y de The Eels, los hombres y mujeres que mueren en esta novela nos recuerdan que la vida es un conjunto de desaciertos que nos conducen a la hilaridad. En el primero de los funerales, dos gays recuerdan el amor y desamor del chico que yace en el féretro. En el segundo, tres nietos planean regalarle a su abuela el peor funeral posible. Así, entre el desconcierto y la venganza, los personajes de Funerales de hombres raros huyen de la muerte riéndose de ella, pero también marcando una distancia con el apoyo de la música y el deseo, en una obra que nos muestra que la vida no es muy seria en realidad.